miércoles, 9 de marzo de 2011

Se fue la luz...


Suena el timbre de la puerta con insistencia. Demasiada insistencia. Te acercas a la puerta y abres sin ver quien llama. 
En un momento una capucha cubre tu cabeza. Unos brazos te sujetan e inmovilizan. Quieres uir pero tu interior se rinde. No reconeces el olor de quien te sujeta. Tus manos están atadas, en tu cuello un collar, en tu cintura un cinturón. Todo unido prácticamente no te deja mover. Te empuja hacia fuera, notas el frio de la calle en tu cuerpo......

Te obligan a subir a un coche, oyes como se pone en marcha y como empieza a moverse. Intentas pedir socorro y una voz distorsionada te grita que te calles. Obedeces. 

Intentas memorizar los movientos del vehiculo para saber donde vas, pero a los pocos minutos ya no reconoces nada. El olor de él empieza a ser más intenso. Te concentras en él y te embriaga.

El coche se detiene. Oyes como se abre la puerta y una mano te aprieta fuerte del brazo y te saca del coche. Caminas pocos metros y escuchas una puerta que se abre. Entras. Sientes que no hace calor y te extraña. No puedes ver nada. Caminas a pies puntillas para no tropezar. Todo está en silencio y los latidos de tu corazón te traicionan y apagan cualquier sonido. Unas ruidosas llaves abren otra puerta. Empiezas a bajar unas escaleras mientras escuchas como se cierra la puerta. La escalera se te hace eterna. 

Escuchas un ruido metalico que no reconoces. Cogen tus manos y notas como son ligadas a algo que te obliga a levantarlas por encima de la cabeza. Una musica empieza a subir de volumen. Te envuelve y te rodea por completo.

Suspendida de las manos, estas casi de puntillas. Encapuchada. Oyes la puerta come se abre y vuelve a cerrarse. Estás sola. La musica lo llena todo, sonando sin parar una y otra vez.....


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