miércoles, 25 de septiembre de 2013

Tras el Cristal V

Meñiques cruzados, reconociéndose y lejos de clamarse, haciendo crecer el deseo.

Se oye la puerta y unos pasos. Un abrir de algo que parece una caja. 

Ambas notan al mismo tiempo, como alguien levanta sus vestido y de manera directa tocan sus sexos. Ardientes, húmedos y deseosos de atención.

Ambos son abandonados por quien les presta atención de la misma manera que se la prestaron.

Se oye un pequeño zumbido. Casi al instante Cocó nota como un potente huevo vibrador la penetra. Es tan potente que nota como sus pezones en punta, rozan el vestido. De durar mucho conseguirá que llegue a un orgasmo sin remedio

Sui, nota como alguien le levanta un pié y después el otro. Colocando algún tipo de correa entre sus piernas. Nota con ascienden por sus piernas y como su sexo empieza a gotear. Tan rápido que casi no puede reconocerlo, nota como es penetrada por algún tipo de dildo que sujeto por correajes, se aferra a ella.

Fuertemente apretada por las correas de su cintura, es soltada de sus manos, retirada levemente hacia atrás y movida hacia la izquierda. Tras ese instante de desconcierto y casi sin poder disfrutar del dildo, nota como alguien retira su cabello del lado de su cara y oye: 

¿No querias saber lo que se siente siendo hombre? ¿Pues ahora casi puedes hacerlo? ! Prepárate para follártela ¡ 

¡Era un arnés!. Llevaba puesto un arnés. 

Cocó nota el calor de la ya reconocida Sui en la espalda. Y sin saber cuales son sus movimientos, arde y nota como el resultado de su excitación crea un río que serpentea sus piernas.

Mientras intenta moverse para acercarse a Sui, nota como una mano cubre por completo su sexo y al tiempo que lo aprieta, parece exprimirlo, recogiendo su fruto, y humedeciendo con él su delicioso culito.

Notan como cogen su mano derecha y la dirigen al dildo del exterior del arnés. Lo rodea mientras que es empujada lentamente hacia delante. Nota una pequeña presión en contra al tiempo que oye:

Despacio, ves despacio.

Lentamente nota que la presión que ejerce hace dos efectos, el de introducirse en Cocó y el de apretar el diido que a ella le penetra. 

Cuando su mano toca la piel de Cocó, sabe que el dildo ha entrado en ella. Sin poder evitarlo, retira la mano y embiste.

Empieza entonces un baile que parece estudiado y mil veces practicado. Cocó circulea su cintura, al tiempo que Sui empuja y retira. Se mueven en armonía con el aumento de la frecuencia, provocado por el irremediable deseo que en ambas provoca la situación.

Entre tanto, Sui, nota como su dildo no solo provoca que la excite a ella, sino también a Cocó. Esa sensación de estar poseyéndola la está volviendo loca. 

Cocó con ese huevo que hace que su cuerpo vibre hasta en el extremo más distante de su cabello y notando como Sui la penetra, no puede contenerse, y entra en ese estado en el que se abandona, dejando que su cuerpo explote sin control.

Al notar como se corre Cocó, Sui deja escapar un SI de complicidad, satisfacción y deseo, seguido de un MÄS, al querer volverse sentir culpable del hecho.

Cocó se retuerce y mueve su cabeza dibujando un NO, cosa que el descontrol de Sui. Que lejos de hacerle caso, aumenta la intensidad de sus movimientos. Ha empezado a descontrolarse, a abandonarse, a dejarse llevar sin pensar en nada más que regalarle a Cocó todo eso que está consiguiendo sacar de ella misma.

Mientras el NO de Cocó, se hace más repetitivo y menos insistente, denotando que está entrando en un nuevo orgasmo, aún si cabe, más salvaje que anterior. Los gemidos de Sui anuncian lo inevitable.

Cuerpos arqueados, con movimientos espasmosos. Cuerpo de dos mujeres llenas de deseos que juntas se descubren y entregan.

Casi doblegadas sus piernas por el esfuerzo, son recogidas por la camarera. Son llevadas a una habitación adjunta, donde compartirán conmigo todo lo sentido.


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