viernes, 18 de febrero de 2011

De cuando somos lo que no sabemos

Ciertamente es difícil conocer a los demás pero creo que incluso más conocerse a uno mismo. Complicado de entender sin antecedentes, que alguien a quienes valores de respeto, educación, comprensión.... primordiales e inexcusables para un comportamiento cívico.

Hace un tiempo que conocía a una mujer que por su carácter me era una inquietante intriga. Fuerte, enérgica valiente y decidida. De aquellas personas que independientemente del sexo prefieres tenerlas como amigos antes que como enemigos. Me encantó desde un principio su abierta manera de hablar, de expresarse, lo directo de sus palabras y lo libre de pensamiento. De un sentimiento de intriga y admiración, a un acercamiento y proximidad agradable.

Aun recuerdo esa noche cuando por casualidad me conecté y te encontré, hasta entonces habías sido 'la dura' y me encantaba reconocer que me contabas entre sus amistades. Pero esa noche decidiste romper una barrera, algo de lo que hoy cada día me siento más orgulloso.

Diste pie a despertar en mi un extraño deseo de pedirte, de exigirte, de ordenarte que fueses mía, para mi y de la manera que me apeteciese. A cada petición una repuesta mejor que la anterior. A cada deseo pedido, cumplido con creces. Pero lo mejor de todo que tu lo disfrutabas y pedías aún más que yo.

Hoy no concibo reconocerme sin pensar en lo que has despertado en mi, y en lo agradecido que te estaré siempre. Has abierto un munndo totalmente nuevo en el que jamás hubiese entrado de no ser por ti.

Gracias "Mi Zorra"

No hay comentarios:

Publicar un comentario